¡No tiene ninguna razón de ser la Ley de Seguridad Interior!
Enrique Peña Nieto, los
correligionarios priístas de su gabinete y los legisladores de su partido, que
tiene una historia de décadas de corrupción, demagogia e ineptitud y de
expresidentes que saquean las arcas de la Nación, entre muchísimas otras cosas
graves, no solo han caído en las mismas condiciones de fracaso que enfrentó el
gobierno de Felipe Calderón en materia de ‘Seguridad Nacional’, a quien tanto
criticaron y culparon de esta gravísima crisis.
En ambos sexenios, la falta de
inteligencia apunta hacia la incomprensión y terquedad en querer resolver y
enfrentar a los grupos del “crimen
organizado” con la fuerza pública de sus gobiernos, haciéndose los sordos y
los ciegos al Mensaje Divino de que ha sido portador un mexicano, que ha
manifestado que Dios Padre, Creador de la Vida Humana y la Santísima Virgen
María de Guadalupe, Madre de Quien es el Camino, la Verdad y la Vida, se
encuentran sumamente agraviados por el genocidio iniciado por culpa de la Ley
del Aborto en México, que ha traído como consecuencia y Justo Castigo Divino, la
sentencia que precisa: “Por cada niño abortado en México, será secuestrado y
asesinado un mexicano, a manos del crimen organizado”, hasta que sea abrogada
la Ley del Aborto, que la
colaboradora masona de Enrique Peña Nieto, Rosario Robles, promovió cuando fue
Jefe del Departamento del Distrito Federal.
Todos sabemos que los
legisladores y gobernantes pertenecientes a las sectas masónica e illuminati, son
enemigos de la vida, las virtudes y una adecuada vida moral integral, enemigos
acérrimos de la genuina Iglesia de Cristo; y celebran pactos en sus logias con
demonios para conseguir poder y riquezas, a cambio de hacer lo que Satanás y los
demonios Lucifer, Satanás, Pantera o Baphomet, Gólem, Yoda, Cachalala y Pitón,
entre otros, les piden a cambio; y los sectarios aceptan estos pactos, aunque
sus almas queden confinadas al Infierno por la eternidad y causen graves daños
y perjuicios a la sociedad y a sus compatriotas a quienes con esto traicionan.
Con el aborto en México, no
sólo se apagan las vidas humanas que Satanás toma como ‘ofrendas de sangre’
para él, sino que se duplica la cifra de homicidios, porque eso es precisamente
el aborto, un homicidio o el asesinato que la madre comete contra su propio
hijo, el matricidio lo han convertido así, en una especie de “derecho torcido”,
tutelando un antivalor, cuando las leyes deben tutelar los valores y los
derechos humanos más elementales y fundamentales, como lo es el “derecho a la
existencia”. Los humanos se han
atribuido el derecho a decidir sobre la vida de los no nacidos, quien nace y
quien muere.
Con esa ley infernal, se
realiza un crimen con alevosía, ventaja y premeditación, que han promovido los
masones del Partido de la Revolución Democrática (PRD), los de Morena,
Movimiento Ciudadano y el Partido del Trabajo (PT), con otros partidos llenos
de masones, promoviendo además, leyes que desafían a Dios, opuestas a Sus
Mandamientos como el de “No matarás”; y otras leyes que degradan y envilecen al
ser humano destruyendo su moral, para convertir a los hombres en habitantes de
una nueva Sodoma y Gomorra, como lo desean los rabinos de la Sinagoga de
Satanás a través de éstas dos sectas.
Sepan todos, todos, que cuando
Dios Padre decreta una sentencia con estos alcances, nadie puede ni podrá detenerlo,
ninguna fuerza pública, y ninguna Ley de Seguridad Interior que brinde
peligrosamente, además, poderes y atribuciones al Ejército, como lo pretende
Enrique Peña Nieto y los generales que lo han envuelto, pues no se detendrán
los secuestros ni los asesinatos de los mexicanos, hasta que se cumpla lo que
Dios Padre, Creador de la Vida humana ha decretado y exige.
Dios Padre está por encima de
los mismísimos demonios, al igual que la Virgen de Guadalupe, y está por encima
de todo poder humano. Las inundaciones, los terremotos, las erupciones
volcánicas, el clima y toda la Creación, obedecen a Su Creador, y Él puede
voltear estos fenómenos de la Naturaleza contra el hombre, hasta que deje de
pecar, de asesinar, de desafiarlo, se convierta y respete Su Ley Divina.
La Virgen María, en todas Sus
Advocaciones, pero principalmente y en México como nuestra Reina y Madre de los
mexicanos, cuando puso sus benditos pies en México en 1531, escogió a nuestra
Nación para ser “Faro de Luz para las Naciones”. En ese entonces, la Virgen de Guadalupe, con Su Real y Majestuosa
Presencia, siendo Reina de todos los Ángeles del Cielo y aún de los del
Infierno, expulsó de México, a Satanás, Cachalala, Pitón y Pantera o Baphomet;
y cuando los masones del PRD y los otros partidos masónicos señalados promovieron
la Ley genocida del Aborto, le abrieron nuevamente la puerta a Satanás y sus
demonios, trayéndolos a México para que impere el caos y la Inseguridad
Nacional.
Cuando el falso profeta o
Antipapa “Francisco” declaró en su entrevista con Valentina Alazraki antes de
venir a México: “Yo creo que el diablo castiga con mucha bronca a México, por la
histórica devoción de los católicos mexicanos a la Virgen de Guadalupe”, no
nos deja lugar a dudas de lo que muchísimas veces se ha visto y constatado con
tantas blasfemias, ultrajes y ofensas a la Virgen María, su pertenencia a la
masonería, además de ofendernos con ello a los mexicanos, de ahí su ciega
obediencia a los rabinos de la Sinagoga de Satanás, a quienes llama sus
hermanos mayores, guardando desde Argentina una muy íntima relación con los
rabinos masones Abraham Skorka y Sergio Bergman entre otros. Estos rabinos y
muchos otros, quienes fundaron estas sectas y como sus fundadores y
financieros, manipulan la ONU, la Unión Europea, el Banco Mundial y todos los
bancos en manos de los judíos Illuminati, como lo es Donald Trump y el masón
Putin de Rusia.
Cuando “Francisco” aseveró que
el demonio castiga a México con mucha bronca, al referirse Valentina Alazraki
al tema de la Inseguridad Nacional por el crimen organizado, el antipapa
pretendió voltear el asunto, por un lado eximiendo al gobierno mexicano de su
ineptitud en la materia, sin revelar lo que él sabe que sucede, que por causa
de la Ley del Aborto, está permitido que el crimen organizado puede secuestrar
y asesinar un mexicano por cada niño abortado.
Incluso esto lo sabe
Francisco, porque le fue llevado a éste mexicano al Vaticano para que lo
liberara de los demonios que están en Ángel V., porque son portadores de este
Mensaje del Cielo, no pudo liberarlo porque un poseso –Francisco está poseído por Leviatán- no puede liberar a otro poseso;
y mientras la Ley del Aborto no sea abrogada, nadie, ninguna fuerza pública y
ninguna ley, ni la de Seguridad Interior que han aprobado en el Congreso, podrá
detener el genocidio y la Inseguridad Nacional, hasta que se cumpla la exigencia divina.
Por eso, la Virgen de
Guadalupe, es tan atacada y ultrajada por los masones, quienes siguen las
consignas de Satanás y sus demonios, porque Ella es la Mujer que aplasta la
cabeza de la serpiente o Satanás (Gén.3,15), que enfrenta al demonio Leviatán
(Ap.12,1ss) y vence sobre todo ser maligno.
Así como el cardenal masón Francisco
Robles Ortega de Guadalajara, aprobó la imagen blasfema que hizo el escultor
masón Ismael Vargas, que financió el alcalde masón de Jalisco Enrique Alfaro,
con recursos del erario, hecha en una triple dimensión o de tres caras, con la
Virgen de Guadalupe sometida bajo el demonio Coatlicue; y en otra cara con
Baphomet o Pantera, demonio adorado por los masones e Illuminati, con otro
demonio, poniendo a la Virgen de Guadalupe bajo dos bestias como nahuales o
lobos, con calaveras a su alrededor –los
masones ponen calaveras en sus mandiles, bandas y espadas flamígeras, con ritos
de muerte-, como si fuera Virgen de la muerte, y en su vestido una
serpiente de cascabel, que representa a Satanás. Tanto su escultor masón como
el P. Alejandro Solalinde y el alcalde de Jalisco, son masones que ultrajan la
imagen de la Virgen de Guadalupe, puesta como un ídolo y como un mensaje
masónico que sugiere que ellos han vencido, según creen, sobre la Virgen, pues Ella es la Madre del verdadero Dios por quien se vive,
como le dijo a San Juan Diego y se relata en el ‘Nican Mopohua’ y por el gran
papel y Trascendental Misión encomendada por las Divinas Personas a la Mujer
vestida del Sol (Ap.12,1ss).
Es claro que Robles Ortega
sigue instrucciones masónicas del falso papa “Francisco”, como lo hace el
también Nuncio masón Franco Coppola –quien
promueve matrimonios homosexuales contra la Ley de Dios- para seguirla
ofendiendo, logrando que los fieles católicos confundidos por las palabras de
este cardenal y el P. Solalinde, hijos de Satanás, pretenden que la veneren,
pero siendo que se trata de que se persignen y veneren a los demonios puestos
sobre esta silueta, pues hasta el rostro pertenece a “una calavera”, como hacen
con el culto al demonio mal llamado “santa muerte”, para continuar con las
idolatrías masónico-illuminati anti-cristianas, anticatólicas y blasfemas. El
escultor Ismael Vargas, profana la imagen al haberle impreso “sus manos” y
puestas con la expresión simbólica de “no te me acerques”, para alejar a los
mexicanos del debido culto a la Madre de Dios.
Entiéndase bien claro, ninguna
fuerza pública, ni siquiera juntos el Ejército, la Marina, las Procuradurías de
Justicia, las Policías Federal, Estatales ni Municipales podrán detener el
caos, la violencia, el alto índice creciente de criminalidad, la carestía, el
temor, la desconfianza y el verdadero genocidio que se vive en México, porque
ni Calderón ni Peña Nieto, ni los generales, legisladores, magistrados, jueces;
ni los comunicadores sociales, empresarios, maestros y comerciantes; y menos
aún los cardenales, obispos y sacerdotes de México que se han caracterizado por
ser tibios, negligentes, cobardes y desinformados, que han traicionado su
vocación sagrada, olvidando su grave responsabilidad ante Dios Padre y Jesucristo,
al no haberse opuesto a esta ley infernal contra la Ley Divina. Siguen ciegos,
mudos, torpes, tibios, mediocres y culpables, en pecado mortal, porque con su
silencio e inactividad en contra de esta ley herodiana, se han vuelto cómplices
del genocidio que comprende a los bebitos “no nacidos” y a los que han de
seguir siendo secuestrados y ejecutados a manos del crimen organizado,
duplicando las cifras de homicidios, suya es la culpa.
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