Vistas de página en total

miércoles, 13 de marzo de 2013

LA IGLESIA CATÓLICA SE OSCURECE POR LA PRESENCIA DE PASTORES COMPROMETIDOS CON EL MAL

Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo y de la Santísima Virgen María al Profeta "J.V.", dado el 7 de marzo del 2013 durante el Rosario vespertino.
  

De donde debiera brotar Sabiduría, Amor y Enseñanzas, saldrá todo lo contrario, maldad, engaño, error.     
 

 
  • Os he preparado por mucho tiempo, vosotros seréis guiados por Mi Sabiduría, por la Luz del Espíritu Santo, por el Amor del Padre, para que el que viene a engañaros no os pueda afectar.
  • Tendréis la Fuerza que tuvieron Mis primeros discípulos y los subsecuentes y, os vuelvo a repetir, no dudéis, Mis pequeños, que vuestro Hermano no solamente está entre vosotros, está en vosotros.
  • Mi Iglesia padecerá junto con vosotros lo que Yo padecí en Mi Cuerpo.
  • OfrecedMe nuevamente al Padre, dadLe a Él toda Mi Vida, todas Mis Acciones, todos Mis Pensamientos, Mis Oraciones, Mis Sacrificios, cada segundo de Mi Vida, dádseLo a Nuestro Padre, para que Él tenga Misericordia sobre vosotros.
  • ¡Oh! humanidad, que os hacéis ciegos y sordos a los llamados de vuestro Dios, ¿qué necesitáis para responder al llamado Divino y, sobre todo, para que os podáis proteger contra las fuerzas de satanás? 
 
Primer Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Os he preparado por mucho tiempo, vosotros seréis guiados por Mi Sabiduría, por la Luz del Espíritu Santo, por el Amor del Padre, para que el que viene a engañaros no os pueda afectar.
Hijitos Míos, Soy vuestro Hermano Jesucristo y Me duele mucho el ver lo que está padeciendo Mi Iglesia.
Mis pequeños, os di un gran regalo que está entre vosotros, en el mundo, Mi Presencia Viva con vosotros, Mi Cuerpo, Mi Sangre, Mi Presencia, Mi Madre, el Cielo entero en la Iglesia. Los templos, si vosotros los vierais, resplandecen entre la negrura que satanás ha diseminado por toda la Tierra. Debierais llegar a los templos como islas de salvación, donde llegarais verdaderamente a llenaros de Mi Gracia, de Mi Amor, para nuevamente salir al mundo y seguir atacando la maldad de satanás, que se ha posesionado de una gran cantidad de almas y, porque no acuden a Mí, porque no vienen a verMe, fácilmente son presas de satanás.
Mis pequeños, ciertamente satanás también se ha introducido dentro de Mi Misma Iglesia, ya no brilla lo que debiera brillar, ya no se obtiene de ella el Alimento Santo que vosotros debierais tomar, pero la Fe de vosotros es la que sigue manteniendo ése brillo, porque vosotros también sois Iglesia. Mientras haya un alma que esté Conmigo, seguiréis recibiendo Mis Bendiciones en Mis Templos por vuestra Fe y porque Me buscáis, Mis pequeños, porque sabéis que Yo Soy Fuente de Sabiduría, Fuente de Gracias, Fuente de Amor, Fuente de Perdón, y de esto ya no os acordáis ni os acercaros a Mí, manteniendo vuestra alma llena de pecado y de maldad.
Si os acercarais a Mí, aunque fuera quince minutos diarios, en algún Templo, a solas Conmigo, pidiendo perdón por vuestras faltas y la de vuestros hermanos, ¡oh!, Mis pequeños, cuánto se lograría, cuánto lograríais cada uno de vosotros por el bien de innumerables almas, por su salvación y para que se diera la Luz que debe eliminar las tinieblas en las que ahora estáis rodeados.
Mis pequeños, debéis mantener ésa Luz en vosotros mismos y debéis transmitirla con la Fe que tenéis, porque Me buscáis y sabéis que cuando Me buscáis realmente, Yo Me dejo alcanzar, pero hay tantos hermanos vuestros que ya no tienen ésa Fe, o no sienten necesitarMe.
¡Cuánta frialdad hay en tantos corazones!, la maldad que antes os rodeaba, ahora se ha introducido en innumerables corazones. La oración la habéis hecho a un lado y ésta puede producir grandes milagros en corazones ya trastornados, obscurecidos y maltratados por el pecado. No os apartéis, Mis pequeños, de la oración, de los Sacramentos. Sed Luz en estos tiempos de tinieblas, os lo he pedido tanto, ahora que en éstos momentos más lo necesitaréis, porque será el golpe final de satanás, su presencia entre vosotros, presencia satánica, haciéndose pasar por Mí, vuestro Dios, vuestro Salvador.
Deberéis tener mucho cuidado, Mis pequeños, la obscuridad, la maldad, querrá volverse luz y muchos le seguirán.
Os he preparado por mucho tiempo, vosotros seréis guiados por Mi Sabiduría, por la Luz del Espíritu Santo, por el Amor del Padre, para que el que viene a engañaros no os pueda afectar y vosotros podáis ayudar, con vuestra predicación, a que vuelvan por el buen camino. Ciertamente será una tarea difícil, porque seréis rechazados, porque será tanta la fuerza de éste ser malvado, que atraerá a las masas, que vosotros no sabréis qué hacer.
Por eso os repito, es el golpe final del poder de satanás y su fuerza es tremenda contra vosotros, pero no contra Mí y si Yo estoy en vosotros, no os preocupéis.
Momentos difíciles tendrá la humanidad, especialmente aquellos que se han separado de Mí, de Mis Enseñanzas, de Mi Ejemplo y de Mi Amor.
Acudid en todo momento a Mí, Mis pequeños, porque vuestra fuerza es nula prácticamente, ante el poder de satanás. Solamente con Mi Fuerza podréis vencerle y a ayudar también a hermanos vuestros a que encuentren el buen camino, que encuentren la Luz que los salvará.
Os Bendigo, Mis pequeños y ésta Bendición que ahora les doy, os servirá para éstos momentos difíciles, para la gran purificación y para quitarle el poder a satanás.
(Lenguas…) Mi Amor os purifique, os santifique y os proteja de todo mal, Mis pequeños, así sea (Lenguas…).
 
Segundo Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Tendréis la Fuerza que tuvieron Mis primeros discípulos y los subsecuentes y, os vuelvo a repetir, no dudéis, Mis pequeños, que vuestro Hermano no solamente está entre vosotros, está en vosotros.
Pronto, hijitos Míos, de donde debiera brotar Sabiduría, Amor y Enseñanzas, saldrá todo lo contrario, maldad, engaño, error.
Mis pequeños, debéis pedir, de todo corazón, la Sabiduría Santa en vosotros, el Discernimiento que os ayude a no caer en el error y una Fe absoluta, para que no os dejéis llevar por los engaños de satanás.
Es una prueba fuerte, Mis pequeños, como la que tuvieron que pasar Mis primeros discípulos, cuando vieron que su Mesías, su Salvador, era crucificado y moría. Me estaban viendo morir, cuando tanto les había dicho que Yo era Vida, que los defendería, que estaría siempre con ellos.
Ciertamente el hombre duda mucho, le falta Fe, Fe absoluta y por eso les decía que al menos tuvieran Fe del tamaño de una semilla de mostaza. Con esto les quería decir, que cuando menos tuvieran un poquito de Fe, pero Fe absoluta. Dudaron en Mi Crucifixión, corrieron cuando vieron que moría su Maestro, dudaban aún de Mi Resurrección. Tres años junto con su Dios y dudaron.
Vosotros también dudáis, Mis pequeños, pero os daré también Mi Santo Espíritu, para que reforcéis todo lo que habéis aprendido, todo lo que habéis transmitido, todo lo que tenéis en vuestro corazón. Habéis perseverado y os daré grandes regalos, Mis pequeños, porque habéis estado Conmigo en los momentos difíciles y estaréis todavía en los más difíciles que vendrán, pero Mis regalos, especialmente la Luz de Mi Santo Espíritu, os iluminará para que no caigáis en los errores de satanás. Tendréis la Fuerza que tuvieron Mis primeros discípulos y los subsecuentes y, os vuelvo a repetir, no dudéis, Mis pequeños, que vuestro Hermano no solamente está entre vosotros, está en vosotros.
Gracias, Mis pequeños.
 
Tercer Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Mi Iglesia padecerá junto con vosotros lo que Yo padecí en Mi Cuerpo.
Hijitos Míos, la Santa Iglesia es Mi Presencia Viva entre vosotros, en ella tenéis Mi Cuerpo, Mi Sangre, Mi Divinidad, Ella Me está representando en estos momentos de la humanidad. Mi Iglesia padecerá junto con vosotros lo que Yo padecí en Mi Cuerpo.
Mis pequeños, en estos momentos estáis viendo la traición y vendrá la muerte. Algunos, ciertamente, se alegrarán con la muerte de la Iglesia, sentirán que son libres, que ya no hay Leyes ni Mandamientos que los estén presionando o les estén coartando su libertad, como lo sienten ellos. Para los que estáis Conmigo, será llanto y desolación, y quisierais estar al pie de la Cruz, como en aquél tiempo, cuando morí por vosotros. Se dividirá la humanidad entre los que están Conmigo y los que Me atacan.
Será un tiempo difícil para los que Me aman, porque serán muchos más los que Me odian, pero no os traigo solamente malas noticias, porque después viene Mi Resurrección en Mi Iglesia, viene lo bello, viene el regalo para los que son fieles, para los que Me aman, para los que no se quieren separar de Mí.
Hace tiempo, cuando empezaron éstos Mensajes, prácticamente trece años, os dije que no os fijarais en los acontecimientos de la purificación, que éstos se tenían que dar, sino que os fijarais y pusierais toda vuestra esperanza, en el regalo tan grande que os voy a dar después y ahí es donde quiero que estéis vosotros, los que Me amáis, en ésa Esperanza de la Resurrección, en ésa Nueva Vida que os voy a dar a todos vosotros, los que perseverasteis, los que Me buscasteis, los que quisisteis estar Conmigo a pesar de los ataques de vuestros hermanos. Será un tiempo bellísimo, será un tiempo santísimo, os acordaréis remotamente de la tribulación que pasasteis y ni siquiera os importará, porque será tan bello lo que os daré, que ése regalo os hará olvidar, prácticamente, todo lo que tuvisteis que pasar para llegar a ése momento tan grande y bello que ahora os estoy adelantando.
Luz bellísima, Paz total, Amor, os envolverá. Conviviréis como verdaderos hermanos, como lo que realmente sois, con el Amor fraterno que se vive en el Reino de los Cielos.
No os imagináis, Mis pequeños, tantas bellezas y, por eso, os pido que os mantengáis en ésa Esperanza, que es un regalo real que os voy a otorgar, vosotros, el resto fiel, vosotros, los que estaréis envueltos en Mi Amor.
Os amo, Mis pequeños, manteneos Conmigo, sed los Cristos que daréis ejemplo, en éstos tiempos, a las generaciones actuales y a las futuras.
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: OfrecedMe nuevamente al Padre, dadLe a Él toda Mi Vida, todas Mis Acciones, todos Mis Pensamientos, Mis Oraciones, Mis Sacrificios, cada segundo de Mi Vida, dádseLo a Nuestro Padre, para que Él tenga Misericordia sobre vosotros.
Hijitos Míos, con todo lo que os he explicado y enseñado, quiero que os volváis almas de oración, como Yo, vuestro Hermano Jesucristo lo fui y lo sigo siendo. Sed almas de oración, de oración profunda, de oración salvadora, de oración de intercesión, de oración de agradecimiento, de oración de vida.
Mis pequeños, lo que necesito de vosotros es vuestra disponibilidad para que se derrame Mi Santo Espíritu sobre vosotros y Él os vaya llevando por ésos caminos de oración y, sobre todo, para que pidáis por las necesidades más apremiantes que vosotros posiblemente ni conozcáis.
Veis lo que se puede ver con vuestros ojos, pero no veis lo que está en el corazón del hombre, que es lo que Yo veía y sigo viendo Mis pequeños, y por eso os pido que pidáis ésa Gracia de poder orar por los corazones abatidos, los corazones llenos de maldad, los corazones pecaminosos, los corazones que no tienen Virtud, que no la transmiten, que no la viven.
Ciertamente vosotros podéis aparentar actuar en el Bien, pero vuestro corazón puede estar con el mismo satanás, el enemigo. Y a eso Me refiero, Mis pequeños, a que oréis de corazón a corazón, que vuestro corazón vaya al corazón de todos vuestros hermanos que están alrededor del mundo y que muchos de ellos, necesitados, muy necesitados de oración están.
Satanás engaña a las almas, las aprisiona, las llena de cadenas y vuestra oración puede hacer grandes milagros hacia éstas almas que no ven ninguna salida a ésa prisión en la que están y al estar acechadas por satanás, lo único que producen, es maldad.
Os he dicho, Mis pequeños, que Mi Sangre Preciosa, Mi Amor, Mi Donación, pueden hacer grandes Milagros en vuestros hermanos que tanto Me necesitan, no desperdiciéis las armas espirituales que tenéis para protegeros contra satanás.
La oración sencilla, la más sencilla que salga de vuestro corazón, que Yo ejemplificaba como la de los niños, es la que llega directamente a Mi Corazón. Y esas oraciones sencillas, no rebuscadas, son las que prefiero, Mis pequeños. Vosotros estáis viendo la necesidad de vuestros hermanos y aún vuestra propia necesidad y lo único que quiero escuchar de vosotros es simplemente una palabra, “ayúdame”. Cuando estáis en gran necesidad no escogéis palabras rebuscadas, escogéis lo primero que sale de vuestro corazón y eso es lo que Yo recojo, Mis pequeños y eso es lo que Yo necesito en estos tiempos, el “ayúdame" y, sobre todo, el “ayúdanos”, porque en ése momento se está dando la Caridad en vuestro corazón, ya no os estáis viendo solamente a vosotros mismos, estáis viendo por vuestros hermanos.
Mucho amor necesitáis, Mis pequeños, pedídMelo, que es el Amor con el que Yo Me nutrí para salvaros, el Amor del Padre, ofreciéndoLo y ofreciéndoMe por vuestra salvación. OfrecedMe pues vuestro amor y Mi Amor por vuestra salvación y la de los vuestros. OfrecedMe nuevamente al Padre, dadLe a Él toda Mi Vida, todas Mis Acciones, todos Mis Pensamientos, Mis Oraciones, Mis Sacrificios, cada segundo de Mi Vida, dádseLo a Nuestro Padre, para que Él tenga Misericordia sobre vosotros. Entregaos también vosotros mismos, entregad vuestra pequeñez, vuestra nada, pero unida a Mis Potencias Divinas y así lograréis, Mis pequeños, un cambio grande en la humanidad.
Recordad que un alma donada totalmente a Mi Voluntad, puede lograr grandes Milagros y grandes cambios para toda la humanidad y aún para el Universo entero. Sed, Mis pequeños, de ésas almas que se donen totalmente a Mí, vuestro Dios, para que Yo os pueda ofrecer al Padre y podáis ser instrumentos de grandes bendiciones sobre vuestros hermanos.
Gracias, Mis pequeños.
 
Quinto Misterio, Habla La Santísima Virgen María.
Sobre: ¡Oh! humanidad, que os hacéis ciegos y sordos a los llamados de vuestro Dios, ¿qué necesitáis para responder al llamado Divino y, sobre todo, para que os podáis proteger contra las fuerzas de satanás?
Hijitos Míos, Soy la Madre de Nuestro Dios y Soy también vuestra Madre, Mis pequeños. Toda la humanidad debiera estar en el rebaño de Mi Hijo.
Habéis tenido la Vida de Mi Hijo para aprender a vivirla. Fuisteis llamados y pocos han sido escogidos y eso Me duele, Mis pequeños porque, como Madre, os quisiera tener a todos bajo Mi Manto. Se os ofrece Vida, se os ofrece protección, se os ofrece un Reino bello después de la Purificación y muchos ni se inmutan.
Cuánto dolor Me causáis, Mis pequeños, los que no confiáis en las Palabras y en el Amor de Mi Hijo.
Mi Corazón, ciertamente está atravesado también por una espada, Mi Corazón es el Amor de Mi Hijo, pero ésta espada, es vuestro desprecio, es el dolor que Le causáis, es el abandono en el que Lo tenéis. ¿Qué necesitáis, Mis pequeños, para que vuestro corazón se vuelva hacia el Bien? Se os ha hablado con Amor, se os ha hablado con el Ejemplo Vivo de Mi Hijo y no queréis entender.
Ciertamente éstos son tiempos de la gran lucha entre la Mujer y la serpiente, o sea, de Mi Presencia contra las fuerzas de satanás.
Os sigo protegiendo a todos, porque así Me lo encomendó Mi Hijo, pero no os queréis mantener en el redil y volvéis al mundo y volvéis a la maldad. ¿Por qué no entendéis, Mis pequeños?
Nosotros Nos estamos dando cuenta de cómo satanás os quiere destrozar. Así como los padres al ver en los hijos su posible futuro, porque han seguido una línea de vida en el mal, y que necesariamente terminarán en el mal, Nosotros, al estar viendo los planes de satanás contra vosotros, de muchas formas os queremos alertar, pero vosotros no respondéis.
¡Oh! humanidad, que os hacéis ciegos y sordos a los llamados de vuestro Dios, ¿qué necesitáis para responder al llamado Divino y, sobre todo, para que os podáis proteger contra las fuerzas de satanás?
Ciertamente del Cielo seguiréis recibiendo cuidados y protección, pero si vosotros mismos, en vuestro libre albedrío, os salís de la Gracia que se os está administrando, sufriréis los embates de satanás.
Imaginad que estáis bajo un torrencial, una lluvia tremenda, pero hay un paraguas que os está manteniendo secos y protegidos de ése torrencial. Esa es la Gracia de Nuestro Dios, os protege contra las fuerzas de satanás, contra sus envidias, contra su maldad, contra su coraje, porque vosotros preferís la Luz a sus tinieblas. Ahora, si vosotros, en vuestro libre albedrio, os salís de ésa protección que os da el paraguas, la lluvia os empapará. La Gracia está ahí, dispuesta a protegeros en todo momento, pero si vosotros mismos la negáis, la despreciáis, nada podemos hacer Nosotros. Se os está dando gratuitamente la protección, y el Amor de Nuestro Dios es gratuito y si no lo queréis tomar, os empaparéis de la maldad de satanás que os rodea. A cualquier lado que vayáis, todo está contaminado por la maldad de satanás.
Mis pequeños, Soy vuestra Madre y os cuidaré hasta donde vosotros Me permitáis y aún cuando vosotros os salgáis de ésa protección, oraré intensamente a Nuestro Dios para que volváis. Soy vuestra Madre, os amo y os quiero en el rebaño de Mi Hijo. Recapacitad, Mis pequeños, los que os estáis alejando de Sus Gracias y Bendiciones. No es Nuestro Dios el que os va a condenar, vosotros tomasteis caminos equivocados, fue vuestro libre albedrío el que escogió salirse de Su Protección.
Gracias, Mis pequeños.